Han roto los oscuros ventanales,
han salido a cazar,
grotescos rugen con fuerza,
sus presas van a buscar.
Tras sus ojos perversos
hay una furia lasciva,
reflejo de muertes pasadas
que aún nadie olvida.
Vagos horrores inundan las almas,
se mascan yugo y acero,
vacías quedan las casas,
desiertos están los senderos.
Caminan con impasible sigilo
invadiendo todo lugar,
atacan de día o de noche,
¡no puedes escapar!
Eduardo Moreno Alarcón.