miércoles, 15 de enero de 2014

EL FIGURANTE

Uno de los escritores más influyentes en la ficción terrorífica de la segunda mitad del siglo XX (fallecido este pasado 2013) es el norteamericano Richard Matheson —Stephen King se refiere a él como su maestro—. Pertenezco a esa legión de admiradores que, tras la lectura de Soy Leyenda, quedamos fascinados por la fuerza arrolladora del relato, presos de su atmósfera opresiva y su sobrecogedor dramatismo; en suma, rendidos al dominio magistral que el autor de New Jersey despliega en su extensa producción literaria.

Matheson siempre estuvo muy ligado al mundo del cine —universo por el que se sintió irremisiblemente atraído— y la televisión (recordemos la famosa serie de los sesenta, The Twilight Zone). Así, comenzó a escribir guiones para la industria cinematográfica. En 1957, llegó a un acuerdo con la Universal para la adaptación de su novela El hombre menguante. Otras novelas, como el caso de Soy Leyenda, han sido llevadas a la gran pantalla en varias ocasiones con desigual resultado. 

Precisamente al mundo del CINE, dedica la revista ABSOLEM su primer número del año. Número repleto de propuestas sugerentes de lo más variado. El Figurante, relato incluido en el mismo, es mi sentido homenaje a este gigante de la fantasía y el terror.