viernes, 3 de diciembre de 2010

EL HÚESPED DEL RECTOR

Hace algún tiempo visité la librería Opar en Madrid. Allí conocí a Alfredo Lara, verdadero cicerón literario. A él le debo haber descubierto una de las joyas más ocultas de la ficción española, El huésped del Rector, de José Guillermo García Valdecasas.
 
Esta obra permanecía en una “discreta clandestinidad”, hasta que uno de los allegados del autor decidió enviarla al certamen de novela corta Café Iruña, logrando el primer premio por unanimidad. De este modo vio al fin la luz. Trascurría el año 1985.

Pocas veces el misterio alcanza instantes tan sublimes como lo hace en esta historia. Situada en un marco sugerente, el Colegio de España en Bolonia (en el que el propio novelista fue rector), García Valdecasas despliega un memorable duelo entre realidad y fantasía, cordura y demencia; angustiada, la razón lucha por zafarse de un terrible más allá.
 
Valiéndose de dos personajes opuestos, enfrenta al lector ante la duda y el asombro permanente. El relato atrapa y conmueve a través de un prodigioso monólogo en dos “voces” de siglos y prosas diferentes, trazadas con impecable estilo narrativo.

Al margen del rigor histórico con que recrea al rector don José María de Irazoqui, la atmósfera de la novela es magnífica: terror, crudeza, ternura, ironía, son elementos que hacen de su lectura todo un placer.

Hoy día El huésped del rector es una rareza difícil de adquirir. Su edición en Espasa Calpe (colección Austral) de 1988, lleva tiempo agotada. Ojalá sea pronto reeditada y puesta al nivel que merece. Estoy seguro de que hará las delicias de muchos amantes del género.


Así pues, señores editores, les pido humildemente que no dejen en barbecho un tesoro semejante.

Para aquellos que tengan interés, no obstante, en la librería Opar aún quedan ejemplares rescatados del olvido.

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