martes, 3 de enero de 2012

ZOTHIQUE, EL LEGADO (I)

Entre 1928 y 1939, una fabulosa generación de escritores cambió por completo la anclada literatura fantástica de principios del siglo XX, dotando al género de un impulso tan vigorizante y decisivo que, pese a atibajos posteriores, nunca volvería a ser el mismo. Un legado mágico que sigue vivo hoy día, latente, fuente inagotable de inspiración para novelistas y cineastas del siglo XXI.
Aquellos fueron los años dorados para la revista norteamericana Weird Tales que, de la mano del entonces redactor jefe Farnsworth Wrigh (y pese a sus caprichosas exigencias), apostó decididamente por un nuevo tipo de cuentos y autores. De este modo, poco a poco, se produjo una transformación completa del relato fantástico que cristalizaría a posteriori (como ocurre casi siempre), pues la actual veneración que sienten los coleccionistas de esta publicación, dista mucho de la tibia acogida en su época.



Entre aquél ilustre grupo de escritores cuyos relatos contribuyeron a cimentar el mito presente, se hallaba el trío —más tarde conocido como “los tres mosqueteros de Weird Tales”— integrado por H. P. Lovecraft, R. E. Howard y C. A. Smith, nada menos. Tres figuras emblemáticas, artífices de la mejor literatura sobrenatural, no sólo del pasado siglo XX, sino, con toda certeza, de todos los tiempos.



Cada uno de ellos, fiel a su estilo, ejemplifica una peculiar forma de entender la literatura y, en general, del oficio de escribir. Cada uno de ellos creó por separado mitologías o ciclos fantásticos, los cuales, indefectiblemente, acabaron convergiendo y entretejiéndose a la perfección (como el caso de los Mitos de Cthulhu).



Sin embargo, más allá del gusto personal, del número de seguidores o la cantidad de obras producidas, lo que sí parece evidente (al menos en España) es que, tanto la fuerza arrolladora y creativa de Howard, como el indiscutible papel de gran maestro del horror atribuido a Lovecraft, han relegado a Clark Ashton Smith a un segundo plano. Tampoco ha ayudado en demasía que las ediciones en castellano de sus libros más importantes (publicados hace más de 30 años por EDAF) resulten dificilísimos de adquirir.



Algunos de sus mejores relatos (de los 65 que publicó en Weird Tales), no obstante, pueden hallarse en diversas antologías como:



- El retorno del brujo y Ubbo-Sathla, Cthulhu, una celebración de los mitos (Valdemar gótica, 2001).
- Estirpe de la cripta, Los mitos de Cthulhu (Alianza editorial, 1969).
- La Venus de Azombeii, Weird Tales (1923-1932), (La biblioteca del laberinto, 2006).



Tras años de ansiosa espera, al fin disponemos de un cuidado volumen de Zothique, el último continente publicado por Valdemar en su colección gótica.



Dieciséis relatos se ambientan en el mundo de Zothique, concebido por Smith como el último continente de una Tierra envejecida, apenas calentada por un sol moribundo; un universo temible, caduco, oscuro, misterioso y salvaje, en que los prohibidos saberes ancestrales —la magia y la brujería— resurgen con más fuerza que nunca. Un cosmos poblado por extrañas criaturas, nigromantes, aventureros errantes, o reyes cuyo hastío y depravación no conocen límite.
Zothique es un prodigioso derroche de talento, imaginación y calidad literaria que supera incluso (en mi opinión) a Howard y Lovecraft en muchos de sus impresionantes pasajes.
La mejor espada y brujería (arqueros, lanceros, magos, demonios, doncellas, nigromantes, astrólogos) se combina admirablemente con una variada legión de seres: mitológicos, como las lamias, clásicos, como momias o vampiros, híbridos, como los Ghoris del desierto, o animales con facultades antropoides, como los pájaros de Ornava.



Pero quizá sea el fabuloso panteón de deidades ideado por el californiano a lo largo de la serie, su aportación más asombrosa y extraordinaria. Enumero, a modo de ejemplo, algunos de ellos—sobrecogedores protagonistas de algunos relatos—, pues ilustran a la perfección la magistral visión de este maestro de la fantasía y el terror:



-Vergama, enigmática deidad que escribe el destino de la humanidad.


-Mordiggian, el dios-demonio carroñero, el invisible devorador de muertos.
-Alila, reina de la perdición y diosa de todas las iniquidades.
-Yuckla, el pequeño y grotesco dios de la risa.
-Thasaidon, señor de los inframundos insondables, el negro dios del mal.

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