lunes, 28 de junio de 2010

PRÓLOGO

“Estos cuentos conforman un libro verdaderamente unitario. No es una mera recopilación de textos de procedencia tan diversa como puedan serlo también sus argumentos, estilos u objetivos. Esta habría sido una posibilidad, pero el autor ha preferido recopilar un ramillete de temas similares, de tal manera que el lector aprecie el rigor técnico con el que puede manejarse a la hora de crear atmósferas, historias y personajes familiares pero jamás iguales. Ha hecho bien, porque de esta manera estimula y centra una obsesión que puede encandilar tanto al amante del género en cuestión cuanto al rastreador de mundos propios. Y es evidente que Eduardo Moreno tiene un mundo propio que ama, en el que se desenvuelve con agilidad y soltura, de cuyos maestros se deja imbuir y al que sirve con tanta eficacia como pasión.

Son cuentos que exhalan un aliento gótico, el mismo que inspirase las creaciones de Radcliffe, Shelley, Lewis, Maturin, Poe, Stoker, Meyrink o Lovecraft.

Parece pedirnos que detengamos por un momento la agobiante profusión de imágenes e informaciones que nos rodea para meditar, siquiera un instante, sobre ellas.

Admiremos, pues, el regusto voluntaria e inteligentemente arcaico de unos cuentos que, pareciendo que hablan de una época pretérita, no se dirigen a otro tiempo salvo al nuestro”.


No hay comentarios:

Publicar un comentario